Normalmente, vaya, lo más común es que la misma escort ponga información sobre su persona o los servicios que haga. De todas formas, cuando llames para tener una cita, compruébalo (se lo dices). Muchas veces, hablando con ellas, se gana un montón de tiempo, ya que después se supone que no estás para pactar ningún precio y puedes ponerte, cuanto antes, manos a la obra.
Si hay algo que no debes de hacer (ni por teléfono ni en persona) es ponerte a regatear ni a discutir ningún tipo de precio. Si te gusta bien y si no también. No hace falta decir que no vas a llegar a ningún sitio discutiendo con una escort. Y menos ganar una discusión. Así que olvidate. Lo más sensato es llegar lo antes posible a un acuerdo.
Recuerda de pagar antes por el servicio. Si ella te lo reclama no está bien. Tu paga antes. Luego, si te has quedado satisfecho, le puedes dar una propina. Con eso no hay problema. Claro que sobra que te diga que no debes decir palabrotas ni palabras soeces.
Se amable y correcto con ella. No hay que sentirse presionado para nada por cumplir las expectativas sexuales de ella. De eso olvídate. Lo más seguro es que ella no le de ninguna importancia, así que no te preocupes lo más mínimo. Es su trabajo. No sé si hace falta decirlo, pero lo voy a hacer por si acaso. Nunca se sabe.
Debes mantener una higiene perfecta (y más) cuando tengas una cita con una escort. Así que ya lo sabes, y ante todo educación y nada de malas palabras. ¿No te ha gustado la escort? No pasa nada. Nunca más debes quedar con ella, pero sobraría decírselo a la cara. Compórtate como un caballero y que nadie tenga una queja de ti. Eso es lo más importante.
La sequedad en los genitales (ya sea en hombres o en mujeres) es un poco problemática en cualquier encuentro de índole sexual, pues dificulta que nuestros órganos se deslicen fácilmente, por decirlo de una forma. Es muy normal, que una mujer que tiene sexo sin lubricación, aparezcan ciertas molestias en la vagina (o en el pene) e irritaciones en la piel a causa de la fricción.